Como me gusta mucho pasar miedo, a menudo veo películas de terror y suspenso. La razón principal por la que recuerdo "El conjuro" de 2013 es que es una de las pocas películas que me asustó tanto que casi salté del asiento de mi avión (¡las películas de terror son perfectas para vuelos de larga distancia!). De eso se trata: para finalmente tener suficiente espacio para la familia extendida, Carolyn y Roger Perron se mudan a una antigua granja en Nueva Inglaterra con sus cinco hijas. Al principio, la mudanza transcurre sin problemas, aunque el perro de la familia se niega a entrar en la casa y una de las hijas encuentra una entrada al sótano tapiada con tablas. La madre Carolyn se despierta a la mañana siguiente con un hematoma inexplicable y el perro está muerto. Durante los próximos días ocurren varias actividades paranormales, que dejan una cosa cada vez más clara: la familia no está sola en la casa. Una fuerza extraña y cada vez más malvada habita entre ellos y se vuelve cada vez más peligrosa...
